MOSQUITO MODIFICADO GENÉTICAMENTE PARA LA ERRADICACIÓN DE LA MALARIA
Un mosquito modificado genéticamente podría ayudar en la erradicación de la malaria, una enfermedad que cada año causa al menos 600.000 muertes, el 90% de las cuales son de menores de cinco años. El insecto ha sido diseñado por un equipo norteamericano de científicos con dos alteraciones genéticas que hacen que sea incapaz de transmitir el parásito Plasmodium falciparum, causante de la malaria, a los humanos.
En concreto, tal como recoge la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), biólogos de la Universidad de California han usado el Anopheles stephensi, una especie de mosquito responsable de más del 10% de los casos de la enfermedad en la India, y mediante una técnica llamada Crispr-Cas9 han introducido en el ADN del propio animal un gen de resistencia contra el parásito de la malaria. De esta forma, los mosquitos con estos genes son resistentes a Plasmodium y no contagian la malaria.
Por otra parte, otro equipo, esta vez de la Universidad de California San Diego, ha introducido una segunda modificación genética para propiciar que esos genes de resistencia sean dominantes y se expandan rápidamente entre la población salvaje de mosquitos. Así, cuando se liberen, esos insectos transgénicos se aparearán con mosquitos no modificados y pasarán los genes antimalaria a su descendencia, de forma que se irá aumentando la proporción de generaciones de insectos resistentes al parásito.
Ya en los experimentos realizados en el laboratorio, los investigadores han observado que los mosquitos transgénicos son capaces de transmitir sus genes antimalaria al 99,5% de su descendencia.
Una herramienta poderosa
Estos insectos no serán, aseguran los investigadores, la solución definitiva pero podría ser un arma muy eficaz que se uniría al resto de técnicas empleadas en la actualidad para luchar contra la enfermedad, como las mosquiteras impregnadas en insecticida, los repelentes de mosquitos y la medicación que se administra cuando una persona se infecta.
En el artículo publicado en PNAS, los autores afirman que “las cepas basadas en esta tecnología podrían tener un papel importante en mantener la malaria bajo control y luchar para eliminarla, como parte de la agenda de erradicación”.
Y esta modificación abriría también la puerta no solo a acabar con la malaria, sino también con el dengue y otras enfermedades.
Consecuencias ecológicas impredecibles
Aunque pueda parecer que conseguir que la población de mosquitos salvajes se vuelva inmune al parásito de la malaria solo tenga consecuencias beneficiosas, los expertos reclaman cautela y prudencia. La tecnología de edición genética es tan potente que este verano en la revista Science ya un nutrido grupo de científicos de los Estados Unidos, Reino Unido, Japón, y Australia reclamaban que si bien el ‘corta y pega’ genético podía salvar vidas, también podía comportar “consecuencias ecológicas impredecibles”.
Por el momento no se han liberado al medio ambiente animales modificados genéticamente con modificaciones dominantes, por lo que los autores del estudio quieren comprobar todos los posibles escenarios antes de hacerlo. Podría suceder que, por ejemplo, los genes de resistencia sufrieran mutaciones que impidieran que se heredaran. O que la selección natural favoreciera otros genes en detrimento de estos. También, que la expansión de estos animales causaran algún tipo de desastre natural al liberarse al medio ambiente.
De hecho, con anterioridad otro equipo de científicos había intentado modificar mosquitos para hacer que fueran estériles, de manera que en un tiempo el que es el principal vector de transmisión de la malaria podría llegar a extinguirse. No obstante, los expertos alertaron de que eso podría tener consecuencias muy negativas. De ahí que la opción de diseñar otros inofensivos para los humanos será una posible alternativa.
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